Como es un tramposo, no podemos creer que tome las de Villadiego de la mañana a la noche aunque, como tenemos repetido insistentemente, hace tiempo tenía que haber volado en el avión que más le apeteciera al lugar más hermoso o recóndito que considere oportuno para disfrutar de lo conseguido con sus trampas.

Aunque –¡Aleluya!– ha insinuado que el lunes 29 nos dará sorpresivamente su respuesta de presentar la dimisión como presidente del Gobierno, o continuar en el machito porque somos unos necios y tiene que pastorearnos todavía un poco más tiempo.

Como todo en él, su carta, sosa, plagada de repeticiones, es una trampa, pues en casos como el presente primero se presenta la dimisión y luego se explican las razones mediante una carta o dando la cara en la televisión para que todo el mundo se entere al mismo tiempo que deja el puesto.

Digamos que, de momento, se ha tirado un farol para que sus huestes se exacerben y con la bandera de los sindicatos CNT y CCOO, de la Segunda República, del separatismo vasco y catalán, todos juntos en unión, se lancen por las calles de toda España, y muy especialmente por Madrid, para soltar un discurso en la Puerta del Sol pronunciado por Patxi López, con la mesura y claridad intelectual que suele utilizar en sus discursos o proclamas;...

...o por Félix Bolaños castigando verbalmente a los inservibles opositores que no saben hacer ni la O con un canuto, y quieren echarlos del gobierno donde son tan efectivos;
....acaso también María Jesús Montero quien, haciendo uso de su proverbial discreción y prudencia, dirá al público lo buen gobernante que es Pedro y lo fastuoso que lo ha venido haciendo hasta ahora;
...quizá se cuele Yolanda Díaz para aclarar lo pérfidos que son los capitalistas a los que hay que implantar el comunismo para que todo el país dependa de personas como ella, tan capacitadas;
...aunque posiblemente Pedro preferirá que Oscar Puente desgrane su capacidad y buen hacer mediante una de sus sosas y simples parrafadas, con su claridad mental y sin que se le traben las palabras;
...por más que tampoco estaría mal se luciera Pilar Alegría escupiendo baba contra la derecha y la ultraderecha que son gente abominable y canalla;
...aunque yo me traería a Rosa María Mateo, mujer lista y con buena vocalización, con sobrada experiencia en despacharse en la Puerta del Sol, y aunque no diría nada nuevo, todavía tiene un buen caché para enfrentarse con el público.

Después, cambiando de lugar el personal que haya soportado tanto saber, y casi con las llaves en la mano de una vivienda de las ofrecidas por Pedro, encaminarse hacia el refugio del presidente dispuestos a cargar con una amplia plataforma donde doce aguerridos portadores o costeros auparían a Pedro sentado en el sillón que teme perder, para pasearle por la Gran Vía madrileña, por más que corre el peligro de ser abucheado por la gente ignorante y grosera de la capital.

Por lo tanto, esperemos. Y que él, Pedro, mientras, dé vueltas a lo que en cierta ocasión dijo Thomas Hobbes: «El día que yo nací, mi madre parió dos gemelos: mi miedo y yo». Porque por así debe andar pensando Pedro Sánchez entre las tropelías que ha cometido, la ambición de su persona, y un futuro incierto, no sabe cuál puede ser su salida ya que no tiene parecido alguno con el filósofo inglés considerado uno de los fundadores de la filosofía política moderna. Naturalmente, dado que hasta ahora Pedro Sánchez solo ha demostrado conocer el asalto al poder, y, en él, el atropello y abuso de mala forma, ¿cómo va a tener claro su destino? Eso, si no se ve obligado a ir a consulta de los especialistas médicos para que analicen el contenido de su cerebro, ya que no son pocos los que lo consideran un tantico trastornado.

Porque aunque él quiera decir que ha desarrollado un Leviatán, no deja de ser un trola puesto que lo que ha hecho no se parece en nada al libro al editado hace unos años, allá por 1651, escrito por Thomas Hobbes que no se asemeja en nada a sus dos libros redactados por sendos «negros» –según cuentan las crónicas–, además de no haberse intentado en adentrarse en la historia, ni la ética, ni la teología, ni la geometría o la física en las que era un sabiondo el inglés. En lo único que coincide con él es ser aficionado al absolutismo político, como ha venido demostrando en estos años que esperamos terminen pronto.

Total, que no sabemos por dónde saldrá Pedro Sánchez el próximo lunes; todo ello sin dejar atrás el amor tan prodigioso que tiene por Begoña. ¡Ya lo quisieran muchas mujeres españolas y de otros lugares! Y no pocos hijos que quedan confusos cuando el padre o la madre deciden divorciarse porque ha decaído el amor profundo. O los pobrecillos que no llegan a nacer porque uno, otro o la familia (que también se mete en esto) deciden el aborto para más tranquilidad de futuro.

Desde hace tiempo le venimos recomendando que se fuera, que dejara el Gobierno, que lo que él hacía era destruir el país, meterle en un progresismo descarriado, e inundar la moral de la población con productos nocivos. Pero no. Fue aumentando in crescendo como hacen los instrumentos de la orquesta, hasta que surgido, como chirriando las bisagras de la puerta de las redacciones, el comentario de presunta infinidad de falsedades, hipocresías, malos actos, abusos en cantidad, despotismos, injusticias, arbitrariedades, ilegalidades, iniquidades, desafueros,... que esperamos se irán acumulando en los tribunales de justicia, aunque se tarde años en quedar debidamente sentenciados.

Hemos rezado para que se fuera y ha dado resultado; ahora falta que se comporte como un hombre que se viste por los pies, que diría un castizo.