¿Hasta dónde y cuándo?
Publicado en la revista Somos, núm. 30, de febrero de 2021 (sección Opinión). Editado por la asociación cultural Avance Social. Ver portada de la revista Somos en La Razón de la Proa.
Poco a poco la serpiente avanza cada vez más lejos, o más cerca, según se mire, y también, poco a poco se va quitando la máscara, tal y como la serpiente se deshace de su pellejo y queda al descubierto su verdadera capa, la que muestra sus irisados reflejos de maldad, y sus amenazantes y estremecedoras franjas de color oscuro.
Para no extenderme más en imágenes sugerentes, aclararé que me refiero a Nosotras Podemos.
La verdadera cara del maligno está ya al descubierto. Ellos creen que ha llegado el momento de ir mostrando sus auténticas intenciones.
Hagamos un poco de reflexión sobre lo que ha ocurrido estos últimos meses:
De una posición azucarada, una vez configurada la entrada en el gobierno, que tan solo ofrecía una imagen de chicos malos algo descarriados, el contubernio de izquierdas, o frente popular, como ustedes quieran, ha ido promulgando leyes y decretos, que poco a poco van transformando la sociedad e introduciendo elementos que alejan cada vez más a los españoles de los valores y pautas de conducta tradicionales, que han servido de basamento a nuestra organización social.
Han modificado la normativa que regula la educación de nuestros hijos, sabedores de que el futuro anhelado, por dicho frente popular, se alcanza con paciencia y guiando la mente de nuestros hijos hacia una sociedad colectivista en la que ellos (el F.P.) y nadie más que ellos sean los que manden.
Han introducido leyes como la de la eutanasia, que en un futuro, quizá no tan lejano, les permita decidir quién o quiénes pueden continuar subsistiendo (ojo, no viviendo) y quiénes tienen que pasar a la otra vida.
Por no extenderme, ya que podríamos poner muchos más ejemplos de cómo sortear las dificultades numéricas en las cámaras legislativas (el PP debería tomar nota de esta depurada técnica y no escudar su cobardía manifiesta por gobiernos como el de Mariano Rajoy en la inferioridad numérica de sus diputados), diremos que se han atrevido a amenazar con suprimir el poder judicial, si su órgano de gobierno no se configura como ellos desean, lo que viene a ser lo mismo.
Por último, en el día de hoy, el ínclito vicepresidente del Gobierno se ha atrevido a decir abiertamente que se hace necesaria una normativa que regule y controle la libertad de prensa.
Esto es tan grave que excusa de todo comentario. El procedimiento está en marcha, antes de que esta adormecida sociedad se dé cuenta, estaremos ante una situación irreversible.
Como decía mi padre, dicho queda y allá películas.