Recordando el tono y contenido de las intervenciones del presidente en su investidura, así como las de su partido y sus socios «de progreso», cabe adivinar los asuntos que abordará el nuevo Gobierno del doctor Sanchezstein para «progresarnos» a todos.

Partiendo de un ultrafeminismo culpabilizador de los hombres, se consagrará como verdad incuestionable la nefasta ideología de género, e igual sucederá con la sectaria Memoria Histórica, blindándose todo el montaje institucional que nutre y se nutre de ambas. 

Nos alarmarán aun más con «la emergencia del cambio climático», justificando así posibles recortes de libertades, y nos convencerán de las bondades de la inmigración masiva, a la misma vez que contribuirán a una mayor descristianización de la sociedad. 

En defensa del «progreso» que representa todo ello, intentarán controlar la enseñanza y «las mentiras y falsedades» en las informaciones de los medios de comunicación opositores al Gobierno. 

Y para conseguir todo esto, actuarán con «la mayor firmeza democrática», generando y reformando todas las leyes que puedan desde su minoritaria mayoría parlamentaria; y las que no puedan, las retorcerán «interpretándolas» favorablemente a sus objetivos.

De aquí la importancia fundamental que adquiere en estos momentos un Poder Judicial fuerte, independiente y valiente, que se constituirá en el primer objetivo a batir.