RAZONES Y ARGUMENTOS
Aquel periodista despistado
Ahora que conocéis más España, ¿os gusta un poco más? Porque he leído que España no os gustaba a los falangistas… Hubo que aclararle al gacetillero de marras el verdadero sentido de aquellas palabras de José Antonio.
Publicado en el núm. 116 de 'Lucero', 2º T de 2020. Editado por Doncel Barcelona - Hdad. del Frente de Juventudes.
Ver portada de Lucero en La Razón de la Proa.
Aquel periodista despistado
El hombre, periodista de la cadena del Movimiento, había oído campanas y no sabía dónde. Ocurrió la anécdota cuando, en 1974, una centuria de cadetes y guías de la OJE de Barcelona recorría a pie la Ruta del Quijote.
Las localidades de La Mancha nos acogían de forma fabulosa, entrañable; acampábamos entre ellos, aprovechando las menguadas sombras de un parque municipal (¡era agosto!), en los campos de fútbol, de forma casi sacrílega, junto a lo que fue prisión de Cervantes en la cueva de Medrano, en Argamasilla de Alba…; los fuegos de campamento eran en la plaza pública, con participación de mozos y mozas del lugar; cantábamos nuestras canciones, que eran aplaudidas; actos ante las cruces de los Caídos; confraternización con los paisanos y ayuda en sus faenas agrícolas…
El periodista del Lanza de Ciudad Real vino a entrevistarnos; nos preguntó qué nos parecía el paisaje manchego y se le ocurrió soltar: Ahora que conocéis más España, ¿os gusta un poco más? Porque he leído que España no os gustaba a los falangistas… Hubo que aclararle al gacetillero de marras el verdadero sentido de aquellas palabras de José Antonio:
«A nosotros no nos emociona, ni poco ni mucho, esa patriotería zarzuelera que se regodea con las mediocridades, con las mezquindades presentes de España y con las interpretaciones gruesas del pasado. Nosotros amamos a España porque no nos gusta (…). Nosotros la amamos con voluntad de perfección».
Posiblemente, no nos entendió.
Hoy como ayer, siguen muchos sin entendernos, a la diestra y a la siniestra. Confunden patriotismo con patrioterismo; creen que el amor a España solo se pone de manifiesto en un agitar de banderas rojigualdas, en gritar a favor de esto o de aquello, o, lo que es peor, en gritar contra esto o contra lo de más allá.
Entretanto, se conforman con la mediocridad de una situación, con una desigualdad social lacerante, con unas estructuras injustas, con el devaneo obtuso de la política actual. Son capaces de emocionarse con un partido de fútbol, pero, fuera ya del campo, se olvidan de ejercer como españoles.
Y España es exigencia diaria; es constancia y es labor de crítica, de construcción, de edificación de un mañana mejor. Es Norma y Estilo. Y, desgraciadamente, muy pocos lo sabemos así interpretar, acaso quienes hemos entendido a José Antonio.
Una moderna canción de flechas actuales dice en una de sus estrofas: España no está hecha y aún queda por hacer. Buena definición del patriotismo, que acaso no entenderán quienes se mueven en lo superficial, como el despistado periodista manchego.