ARGUMENTOS

Franco: ¿era de izquierdas?

«El Estado del bienestar se dio a lo largo del franquismo (se pongan como se pongan la Seguridad Social es una creación de Franco) y ésta tuvo márgenes de continuidad después…»(Francisco Torres).


Artículo publicado en Cuadernos de Encuentro, núm. 153, de Verano de 2023. Ver portada de Cuadernos de Encuentro en La Razón de la Proa (LRP). Recibir el boletín de LRP.

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Franco: ¿era de izquierdas?

Franco: ¿era de izquierdas?


Francisco Franco entrega las viviendas sociales
construidas por la Obra Sindical en el polígono de
la Paz de Barcelona

Al leer la noticia del fallecimiento del escritor Fernando Sánchez Dragó, el pasado 10 de abril, fui directamente a mi biblioteca y de la misma cogí el libro, del que es autor, Muertes paralelas, Premio de novela Fernando Lara en el año 2006, «novela sí, pero no de ficción: en ella no se cuenta nada que no sea cierto». Dentro del libro conservaba algunos recortes de periódicos y revistas que se referían a él, o que el mismo Dragó había escrito. Es una costumbre que tengo desde hace muchos años. Me llamó la atención, algo que no recordaba, el Magazine del diario El Mundo, fecha 14 de marzo de 2010, donde se podían leer estas palabras de Sánchez Dragó: «Yo siempre he dicho que Franco era de izquierdas, con él se instauraron los servicios sociales».

Asimismo, el catedrático Francisco Torres es autor de un libro que tituló Franco socialista. La revolución silenciada (1936-1975). Pero llegado a este punto había que aclarar el por qué algunas personas calificaban de esta manera a Franco.

Hace algún tiempo había leído las memorias de José Antonio Girón que, con sólo 30 años llegó a desempeñar la cartera ministerial de Trabajo, 1941-1957, en el régimen de Franco. Recordando un poco aquella lectura, llegué a la conclusión de que todo lo social que hubo, bajo la época franquista, venía de la doctrina joseantoniana y que Girón, el primero de todos, supo llevar a cabo en la medida de lo que le fue posible. A pesar de mi juicio, el citado Francisco Torres, dice:

«El Estado del bienestar se dio a lo largo del franquismo (se pongan como se pongan la Seguridad Social es una creación de Franco) y ésta tuvo márgenes de continuidad después…».

Cierto es, pero ello me ha llevado a volver a repasar a lo que escribió Girón, no del todo coincidente con las palabras del catedrático Torres. Si acaso, en palabras del mismo José Antonio Girón:

«El Movimiento Nacional, inspirado en la doctrina joseantoniana, en la mano maestra de Franco, se propuso desde su origen dar al pueblo español una Constitución para garantizar los derechos naturales, políticos y sociales del ser humano; para garantizar la paz social, el progreso en toda la extensión de la palabra y, por tanto, el bien común. El que diga lo contrario incurre en error o comete una felonía».

Pero volvamos a la época en que Girón se hace cargo del Ministerio de Trabajo, año 1941, donde se encontró con una España trabajadora que había sido desposeída de casi todo lo que tenía. Lo primero que hizo el nuevo ministro, que tenía muy clara la idea de José Antonio, «fue dignificar moral, profesional y económicamente al trabajador». Para ello, sabía muy bien desde dónde tenía que partir:

«Necesitaba un seguro que le proporcionara no sólo una asistencia sanitaria completa, sino también que supliera, hasta donde fuera posible, la falta de ingresos que el trabajador padecía durante su enfermedad».

Pero lo que no sospechaba Girón era que iba a encontrarse con los médicos que se opusieron, desde el primer momento, porque creían que pretendía socializar la medicina. Una vez que las aguas volvieron a su cauce, de nuevo una inédita dificultad se le iba a cruzar en su camino: era el Instituto Nacional de Previsión que dirigía el catedrático Jordana de Pozas, quien tenía un meritísimo currículum, pero llevaba todas sus obligaciones con tranquilidad. Esto dio motivo a Girón a que fuera a verle, contando a continuación este diálogo que, mantuvo con él:

El Seguro de Enfermedad tiene que estar funcionando dentro de cuatro meses (le di la fecha exacta). Se echó a reír y me dijo:
Ponle cinco años más…
No me vale, va a ser este año.
«A los cuatro meses el Seguro estaba en marcha», termina diciendo Girón.

Otro punto clave en cuanto a defender la dignidad de los trabajadores, era garantizarles un empleo estable. Había que protegerles contra la injusticia de algún empresario. Se estableció aumentar el salario en aquellos casos de que hubiera peligrosidad en ciertos trabajos; y se aprobó las pagas extraordinarias de Navidad y 18 de julio, algo que, por lo que vemos, no le ha alcanzado a la absurda e irracional memoria democrática. En 1942 se estableció el Plus de cargas familiares que pagaba el empresario, pero desde hace muchos años ha dejado de existir este plus. Se estableció la reducción, incluso la supresión, del impuesto por renta del trabajo y se creó el derecho a la matrícula escolar gratuita o semigratuita, en todos los centros oficiales del Estado, a los miembros de familias numerosas.

Se inició la creación de lo que se llamó huertos familiares para dotar a las familias pequeñas proporciones de tierra de las que pudieran tener un pequeño suplemento para su sustento. Para ello, se parcelaron algunas fincas de terratenientes y se entregaron a familias campesinas a la vez que se les dotaba de material suficiente para que pudieran ser trabajadas. Otro objetivo fue la Seguridad Social («pongan como se pongan la Seguridad Social es una creación de Franco», son las palabras del catedrático), ya que en este campo no había nada, nos recuerda Girón, con excepción del seguro de accidentes y un tímido «seguro de maternidad y otro no menos tímido seguro de vejez». Así que el Ministerio de Trabajo se puso manos a la obra para ampliar y mejorar todo lo que había.

El trato continuo con los trabajadores dio a Girón la seguridad de que la aspiración más profunda del proletariado era dejar de ser una clase. Incluso la división de la enseñanza: primaria, secundaria y universitaria parecía algo clasista porque una gran parte de los españoles no tenía ninguno de los tres grados. Se crearon las universidades laborales para dar a los futuros trabajadores una formación universal. Las universidades laborales constituyeron desde su inicio un sistema de cobertura educativa para las capas sociales menos favorecidas, con el objetivo de facilitar el derecho a la educación de la población trabajadora. Es decir, hacer de ellos, además de unos buenos estudios, técnicos especialistas en distintos ramos: industriales, agrícolas, comerciales, etc. Durante 26 años de existencia pasaron por sus instalaciones aproximadamente medio millón de alumnos, la mayoría de ellos en régimen de internado. De aquella buena idea de Girón ya no queda nada. Eso motivó a que más de un sindicalista mostrara su disconformidad y descontento. Se les quitaba a los hijos de los obreros una buena oportunidad de mejorar su estatus social.   

Para terminar: a la muerte de Franco España era la octava potencia económica del mundo. De una renta per cápita del 83% de los nueve países centrales de la UE, hoy tenemos el 70%. De una industria que tenía el 36% del PIB, hoy tiene el 14%. De una fiscalidad del 10% ha subido al 50%. De un paro del 3% al 26%. Son datos publicados por el economista Roberto Centeno. Por otra parte, citar los nombres de los hospitales creados bajo el régimen de Franco, la lista se haría demasiado larga y se puede dejar para otra ocasión. 

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