En recuerdo de Jaime Suárez

Transcribimos dos anotaciones de su libro El legado de José Antonio. Madrid 2013. Plataforma 2003. Págs. 224-226.

José Antonio, hoy, ya no es el jefe, sino el maestro.

━La principal diferencia entre un escuadrista y un discípulo está en su pensamiento (…).

━Cuando tenemos un jefe, un líder a quien seguir, ni siquiera tenemos que preguntar: antes de hacerlo ya tenemos la respuesta. Eso es un líder, un jefe. Pero no un maestro. El maestro no manda, no ordena, ni siquiera piensa por nosotros. Ni exige nuestra obediente disciplina. Mucho menos, solicita nuestra fe ciega. Maestro es aquel que nos incita a asumir nuestra intransferible responsabilidad de tener nuestro propio pensamiento. El discípulo ha de huir de la mera repetición escolástica de las tesis de su maestro, que no es el oráculo de la verdad absoluta, sino que nos eleva y provoca para pensar y buscar la verdad por nosotros mismos (…).

━Siempre en la estela, eso sí, del pensamiento del maestro, que será la polar de nuestros pasos. Que guiará nuestros pasos… pero la responsabilidad del camino a seguir no será ya del maestro, sino solo, y exclusivamente, nuestro.

Lealtad y fidelidad no son lo mismo.

━Si le lealtad hace referencia a las personas, sean estas físicas o morales, la fidelidad se refiere a las ideas o a las creencias o a los valores, sean estos nuestros o ajenos. La lealtad es siempre concreta, impulsiva, inmediata, acrítica. Estamos con quien estamos, con razón o sin ella. Pero así no se es fiel, La lealtad es una manera de estar; la fidelidad es una manera de ser; y exige una forma de pensar, pero de pensamiento asumido y propio (…).

━La fidelidad se basa en el rigor intelectual y solo crece y se manifiesta desde nuestra adhesión racional (…) La lealtad es siempre una emoción. La fidelidad exige algo más: exige un razonamiento (…).

━Y por eso, tenemos prohibido repetir sin más lo que hicieron o dijeron aquellos a quienes somos leales, porque solo les seremos, además, fieles, si nos atrevemos -aun a riesgo de equivocarnos- a prolongar, a traer hasta nuestro hoy, a izar la bandera de nuestro tiempo y con ánimo de adivinación, lo que fue, ayer, su acción y, sobre todo, su pensamiento.

Para saber más:

• Tres años sin Jaime.
  Por Redacción de La Razón de la Proa (16/01/2021)
  • Jaime Suárez Álvarez, fundador, secretario general y factótum de Plataforma 2003, era uno de esos inasequibles al desaliento que José Antonio soñó para llevar a cabo en la práctica su proyecto de transformación radical de España.
• Sobre el libro "El legado de José Antonio".
  Por Eduardo López Pascual, para el sitio web de Falange Auténtica
  • La obra pudiera resumirse –desde mi punto de análisis–, en dos partes; una primera, dedicada a una relación histórica, fechas, datos, citas, que entra en lo que se podría entender como expositiva, y ante la cual sólo cabe la aceptación de los hechos. La parte siguiente, estaría ocupada básicamente por una afirmación de sus actuales convicciones ideológicas, doctrinales y funcionales, emitidas a través de una entrevista tan exhaustiva como demoledora. Aquí, Jaime nos circunscribe a todo un razonamiento en contra de los principios que caracterizan al mensaje de José Antonio y, naturalmente, al instrumento que lo haría posible como es Falange y su vehículo ideológico, el nacionalsindicalismo, en el que ya no cree.

Semblanza de Jaime Suárez escrita por Francisco Caballero en 2018
El título elegido para esta semblanza inspiró posteriormente para ponerle nombre a esta revista digital.
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