Nacionalismo/nacionalismos: ¿Hacia dónde vamos?

Pompeyo Santiago, burgalés de pro –como aquel Ruy Díaz– y catalán de adopción, encantado de serlo, nos ofrece una jugosas reflexiones sobre el nacionalismo, unos de los polos de nuestro permanente dolor de España de quienes nos educamos en la creencia de que la historia debe ser un quehacer de amor y no de odio.

Una vez expuestas una serie de premisas, el autor sugiere entrar en una nueva dimensión: la de poner de relieve, mediante enunciados, cuáles son los elementos que confluyen en la formación y vivencia del nacionalismo bueno –obteniendo de ello, a sensu contrario, los elementos que confluyen en la formación y vivencia del nacionalismo malo–, para seguir la pista que nos conduzca hacia el objetivo final del desarrollo histórico de la Humanidad.

• Primer enunciado: El nacionalismo bueno, o rectamente entendido, es aquel que se basa en la afirmación del valor de ‘lo propio’, y no en la negación del valor de ‘lo ajeno’.
• Segundo enunciado: una vez asentado el principio de afirmación nacional, debemos estar abiertos al desarrollo evolutivo e integrador de la propia nación hacia realidades más amplias
• Tercer enunciado: una vez asentado el principio de afirmación nacional española, así como el subsiguiente principio de que tal afirmación debe estar abierta para no agostarse en sí misma, a otra realidad nacional más amplia, Europa, y en el camino hacia la unidad.

Contiene 20 páginas de texto y cubiertas a todo color.

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