ENTREVISTA | TROCHA
Enedina, una montañera veterana de la OJE
La segunda mujer que escaló el Naranjo de Bulnes –estuvimos colgados dos días en la pared–. Tuvo que luchar para poder hacer a principios de los setenta el curso de escalada de la OJE porque entonces no se admitían mujeres en la Escuela de Guías Montañeros.
Publicado en el núm. 212 de 'Trocha'. Marzo de 2020. Editado por Veteranos OJE - Cataluña. Ver portada de Trocha en La Razón de la Proa.
Cuando me dijeron aquello de «si no va tu hermano tú no vas», hice entrar a la fuerza a mi hermano Agustín en OJE y le arrastré también a la escalada
Enedina, una montañera veterana de la OJE
Enedina Pérez Díaz es una veterana deportista y una muy querida compañera de la Organización Juvenil Española. Su vocación montañera y su espíritu de superación han sido un ejemplo para varias generaciones. Hemos querido comentar con ella algunos aspectos de su exitosa peripecia.
Nos dice que “en los años 60 yo pertenecía a un Círculo de la Sección Femenina y algunas de mis compañeras tenían hermanos en hogares de OJE. Empezamos acudiendo a los bailes que se organizaban algunos domingos, y poco a poco nos admitieron para realizar más actividades en el Hogar Extremadura. Todo ello ocurrió en torno a 1970-1971”.
De dónde procede tu afición a la montaña?
━“Me la inculcaron mis padres; con cinco años ya tenía hechas todas las cimas del Montseny y el Tagamanen. Luego, en la OJE, realicé los cursos de montaña, espeleología, esquí y escalada. Pero hube de resolver un problema porque en la Escuela de Guías Montañeros no admitían mujeres. Como era menor de edad, me presenté con una autorización paterna y finalmente me admitieron en 1973. Siempre quise que se me tratara como a un compañero más, casi como nuestro "lema" (valgo y sirvo), siempre me sentí arropada y apoyada por todos, encontré muy buenos compañeros y maestros”.
Enedina continúa explicando:
━“En agosto de 1975 acudí junto con mi hermano Agustín y un compañero de la UEC al Naranjo de Bulnes. Nuestra meta la cara oeste vía Rabada Navarro. Hay que decir que hasta esa fecha ninguna mujer española lo había conseguido, pero al llegar al refugio me comentaron que una asturiana lo había hecho unas semanas antes. Nos unimos con otra cordada de maños (Jesús y Ángel López Cintero, éste cuñado del aperturista de la vía, Navarro) y estuvimos colgados dos días en la pared, si bien superando dificultad tras dificultad llegamos por fin a la cima”.
Subraya que ━“las condiciones físicas, los medios técnicos, y los compañeros son super importantes, ya que mi vida y el éxito depende de ellos, y la de ellos depende de mí, con todo ello tienes ganado el éxito.”
En cuanto a las dificultades opina que ━“todas las paredes son especiales y si consigues superar las dificultades que la pared te presenta llegas a la cima con éxito y una sensación de plenitud que te permite pensar «qué no conseguiré en una jungla de asfalto»”.
Hace memoria de su actividad deportiva y recuerda: ━“en la península me he movido por Galayos, Riglos, Pedriza, Picos de Europa, Montserrat (mi escuela), y luché por conseguir los Alpes. También hubo retiradas a tiempo (las montañas no se mueven de sitio)”.
Por otra parte, Enedina hizo proselitismo familiar: ━“cuando me dijeron aquello de «si no va tu hermano tú no vas», hice entrar a la fuerza a mi hermano Agustín en OJE y le arrastré también a la escalada”.
La vida da muchas vueltas. Enedina se casó con un piloto de carreras con el que tuvo tres hijos y hubo que abandonar la escalada. Pero a los doce años de enviudar retomó junto a su hermano la escalada, la espeleología, las ferratas.
━“Se unen en ocasiones hijos y sobrinas –explica alborozada–; actualmente tenemos una muy buena representación femenina en el alpinismo en general y me hace una ilusión tremenda encontrar grupos de jubilados y jubiladas escalando junto a nosotros, lo que demuestra que no se envejece con los años”.
Y termina recordando aquello de que ━“se suele decir que si compartes más de cuatro años de tu vida con los compañeros de tu adolescencia es muy probable que sean amigos de por vida. Es lo que me ha ocurrido con los veteranos de la OJE. Sigo identificada con los lemas "vale quien sirve" y "sic vos, non vobis". Por todo ello y además con mi instinto de superación pudo seguir estando con los mismos amigos de aquella época”.