ENTREVISTA | TROCHA
Nuestro singular modo de ver la vida no tiene caducidad.
José Manuel Cámara: «La OJE era (y es) una escuela extensa en su oferta e intensa por su nivel y exigencia, formadora y forjadora, las armas y las letras, la canción y el arado».
Publicado en el núm. 224 de Trocha, de abril de 2021. Editado por Veteranos OJE - Cataluña. Ver portada de Trocha en La Razón de Proa.
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José Manuel Cámara López nació en Lorca (Murcia) en el año 1956. «Tengo ya, por tanto ⎼dice⎼ 64 primaveras a cuestas. Soy licenciado en Farmacia, para lo profesional; y almogávar, jefe de centuria y jefe de campamento entre otras titulaciones del más alto nivel humano, para lo universal. Y con eso, el cielo ganado». Seguro que José Manuel debe conocer el cielo, o al menos intuirlo, por proximidad dada su condición de alpinista y miembro de la veterana Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara.
¿Cuándo ingresaste en la OJE y qué te llevó a hacerlo?
━Lo hice en 1969 tras mi experiencia en algunos campamentos “de iniciación” y porque allí tuve, en un campamento cercano, la vecindad de un turno de la OJE que daba gusto de ver y a cuyos acampados envidiaba porque, según contaban, ellos salían de marcha durante todo el año. A eso había que apuntarse, y eso hice con mi inseparable hermano Diego.
¿A qué hogar, círculo, grupo juvenil o unidad estuviste adscrito y en qué localidad?
━A varios, todos de Madrid. Destacaré las escuadras Carlomagno y El Benavides (pirata y arcángel, una joya literaria, ruda y juvenil de Ángel María Pascual); los círculos Rodrigo “defensor de la Primavera”, Emperador Carlos (mi primer mando) y Amanecer (la mejor unidad de cadetes de España en su momento, vive Dios).
¿Qué tipo de actividades realizaste?
━¡Uf! De todo tipo. La OJE era (y es) una escuela extensa en su oferta e intensa por su nivel y exigencia, formadora y forjadora. Las armas y las letras, la canción y el arado. Seguí cursos de estudio y formación (guía especialista), montaña (instructor), esquí (instructor), aire libre (guía especialista), sanidad y otros, además de los cursos de mandos y dirigentes… ¡Dígame usted si tenía uno tiempo para aburrirse!
¿Participaste en actividades nacionales o internacionales?
━Claro, yo fui a Covaleda varios años, y canté allí el Cara al sol. Ahora lo rezo. Y sigo mirando las estrellas. También estuve en la Competición Nacional de Actividades de Valladolid y en bastantes albergues y campamentos de la ENME con mi admirado jefe e incombustible Mariano Redondo de la Paz.
¿Ejerciste algún tipo de mando o responsabilidad?
━Sí, jefe de centuria de arqueros, jefe de grado de cadetes, instructor del Curso de Mandos de Madrid, jefe de la Escuela Provincial de Montaña de Madrid, instructor en Covaleda 76, 77, 78 y 79. También jefe de campamento en algunos turnos. Y…
¿Te has encontrado en su vida personal o actividad profesional posterior con otros antiguos miembros de la OJE?
━Julio Navarro también era boticario.
¿Mantienes relación con amigos y camaradas de entonces?
━Pues sí, la mantengo. Después de cuarenta (sí, 40, se dice pronto) años sin vernos, nos reunimos anualmente, desde algún tiempo atrás, los viejos camaradas del Círculo Rodrigo. Y a través de la Hermandad Doncel, de la que soy miembro desde hace ya más de veinte años, mantengo vínculos y comparto actividades y publicaciones como La Razón de la Proa con otros muchos conocidos de otros tiempos.
¿Cuál es tu mejor recuerdo de la OJE?
━Tal vez sea imposible decirlo… fueron tantos. Destacaré la solemnidad del ¡sí, prometo! lanzado por cientos de jóvenes gargantas respondiendo al reto de fidelidad a la Promesa cuando, cada año, nos reunimos para renovar ese compromiso. Como sigo haciéndolo, no es recuerdo, es vivencia.
¿Crees que la OJE, con su mismo ideario y fines, sigue manteniendo su vigencia para la juventud española del siglo XXI?
━Por supuesto. Con las adaptaciones naturales a los tiempos, sigue siendo vigente y necesaria la presencia en la sociedad de una juventud formada y rebelde, con ideales claros, y con Estilo (con mayúsculas). Nuestro Vale Quien Sirve, nuestra Promesa, nuestra Usía, nuestro singular modo de ver la vida no tiene caducidad, ahí debemos estar los veteranos y ahí están, afortunadamente para España, los afiliados de la OJE para demostrarlo cada día.