EDITORIAL. TROCHA Nº 213. ABRIL 2020

Acudamos a lo eterno

La concepción cristiana y española de la vida que caracteriza a la OJE nos hace repetir esa frase, igual que si estuviéramos ante el Cristo de Fernando Soto o ante cualquier rústico altar de palo de nuestros campamentos: Acudimos a lo Eterno, a Ti, Señor, y te pedimos tu protección.


Publicado en el núm. 213 de 'Trocha'. Abril de 2020.
Editado por Veteranos OJE - Cataluña.
Ver portada de Trocha en La Razón de la Proa.

2020-04-02-editorial-213-1w
Acudamos a lo eterno

Acudamos a lo eterno

La grave pandemia de coronavirus nos tiene confinados en nuestros domicilios; eso, con mucha suerte para quienes no estamos en primera línea de combate contra la enfermedad, como ese magnífico personal sanitario, los abnegados policías y soldados, los constantes transportistas de alimentos u operarios de fábricas de productos necesarios…

Sobre todo, tenemos suerte en comparación con quienes la han contraído y están hospitalizados o en aislamiento completo, como es el caso de algún camarada del que hemos tenido noticia; y no digamos con respecto a quienes han sucumbido.

En estos momentos, más que nunca, hemos de recordar y valorar nuestras ideas más preciadas.

Así el servicio, que es el que prestan las personas aludidas o el que podemos prestar cada uno de nosotros, comprando para quienes no pueden hacerlo o, sencillamente, animando a otros camaradas con nuestros correos, wasaps, llamadas telefónicas… Y aquí entraremos en otras ideas esenciales para nosotros: la camaradería y la gratitud a nuestros mayores, si este es el caso.

Pero, sobre todo, es el momento de acudir, en profundidad, a lo que reza el primer punto de la Promesa, ese que nunca se puede obviar: Amar a Dios y levantar sobre este amor todos nuestros pensamientos y acciones.

Para la Organización, Dios es el referente principal, y ahora y siempre acudimos a Él en petición de ayuda para los vivos y en sufragio por las almas de los difuntos.

El habitual cinismo de lo políticamente correcto se preguntará: ¿Y dónde está Dios en medio de esta desgracia? Nuestra respuesta es doble: lo primero es responder: Pero ¿no habíais prescindido de Él y negado? ¿Ahora os peguntáis dónde está?  

Lo segundo, y principal, es decir: Está a nuestro lado, también sufriendo con nosotros, porque Dios no quiere el mal de ningún hombre ni lo envía.

Calderón de la Barca, en La vida es sueño, pone en labios de Segismundo una frase que resume nuestro sentido religioso de la vida: Acudamos a lo Eterno.

Como nuestro clásico, la concepción cristiana y española de la vida que caracteriza a la OJE nos hace repetir esa frase, igual que si estuviéramos ante el Cristo de Fernando Soto o ante cualquier rústico altar de palo de nuestros campamentos: Acudimos a lo Eterno, a Ti, Señor, y te pedimos tu protección.

Comentarios