EDITORIAL | TROCHA
Nuestra Navidad
El Hijo del Hombre ⎼el que nació en Belén⎼ no vino a ser servido, sino a servir; eso lo dice el Evangelio, y el servicio forma parte de nuestro ADN como veteranos de la OJE.
Publicado en la revista Trocha, de diciembre de 2023 (núm. 253). Editada por Veteranos OJE - Cataluña. Ver portada de Trocha en La Razón de la Proa. Para Solicita recibir el boletín de Trocha
Nuestra Navidad
Hagamos un paréntesis en nuestras preocupaciones y desazones, esas que nos producen las noticias diarias, y preparémonos para celebrar, este mes de diciembre que empieza, las fiestas de Navidad. Porque la Navidad ⎼la Natividad del Señor⎼ es un período de alegría, y esta alegría tiene un singular motivo: conmemoramos el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios encarnado como Hombre para redimir al ser humano y abrirle las puertas de la Eternidad.
Como siempre ocurre, alrededor de este gozoso hecho, se apoyan otra suerte de festejos, que solo tienen sentido si nos fijamos en el hecho central; las reuniones de amigos y camaradas, las familias sentadas en torno a una misma mesa, los deseos de paz, las felicitaciones, los regalos… Pero no podemos olvidar ⎼por lo que somos y defendemos⎼ que hay otros seres humanos que viven en la precariedad o la miseria, pues estamos inmersos en una sociedad tremendamente injusta. Y, también, las falsificaciones que impone esta misma sociedad: el consumismo desenfrenado, los jolgorios vacíos de contenido profundo, la misma cursilería de las ñoñas películas made in Hollywood… Así es el ser humano: lleno de claroscuros.
También la Navidad tiene su punto de nostalgia: el recuerdo de quienes ya partieron hacia la Vida Eterna y no están con nosotros; los recuerdos de la niñez y de la juventud (¡aquellas tardes navideñas de nuestros hogares, aquel Día de la Madre en el 8 de diciembre, como adelanto a las fiestas…!). Esta nostalgia ⎼a veces, tristeza⎼ debe y puede ser superada si nos centramos en lo esencial de la Navidad; y, también, que los que se fueron siguen ocupando un lugar en nuestros ámbitos, tanto por el recuerdo como por la oración, y, por otra parte, que hay otros niños y jóvenes que también celebran sus tardes navideñas en sus hogares.
Y no olvidemos otro elemento esencial, que entra de lleno en nuestra perspectiva: El Hijo del Hombre ⎼el que nació en Belén⎼ no vino a ser servido, sino a servir; eso lo dice el Evangelio, y el servicio forma parte de nuestro ADN como veteranos de la OJE: servicio a nuestros semejantes, servicio a nuestra Patria ⎼esa que está en dificultades⎼, servicio a nuestros ideales por una España mejor en un mundo más justo. Servicio es dar la mano, en feliz síntesis de amor (que eso es la caridad) y de acción, de teoría y de práctica.
Celebraremos la Navidad entre nuestras familias y con nuestros camaradas; recordaremos, cómo no, a los ausentes; brindaremos por esa España que nos duele; cantaremos los villancicos y, en una palabra, festejaremos estos días como corresponde, a la manera cristiana y española. Vivamos el sentido profundo de la Navidad.
Poema navideño de Aquilino Duque
El árbol de los regalos
Navidad no es Navidad
si no se oyen campanas
y al filo de media noche
un gallo en misa no canta.
Vamos a adorar al Niño
que se abriga entre la paja,
entre la mula y el buey,
bajo el lucero del alba.
Solo así tendrán sentido
el árbol y las guirnaldas
y los regalos que cuelgan
de sus ramas.