EDITORIAL | TROCHA

Los salmones pueden servir de ejemplo…

Nos referimos a esos peces de ríos de aguas bravas que no se dejan arrastrar, siguiendo la corriente, hasta la desembocadura, sino que remontan el curso hasta las fuentes del nacimiento.


Publicado en el núm. 248 de la revista Trocha, de junio de 2023. Editado por Veteranos OJE - Cataluña. Ver portada de Trocha en La Razón de la Proa. Para recibir el boletín de Trocha

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Los salmones pueden servir de ejemplo…

Los salmones pueden servir de ejemplo…


Nos referimos a esos peces de ríos de aguas bravas que no se dejan arrastrar, siguiendo la corriente, hasta la desembocadura, sino que remontan el curso hasta las fuentes del nacimiento; no confundir, claro, con los salmonetes, que viven en aguas plácidas y son presa fácil para los pescadores.

Se nos ocurre que una labor educativa en valores debe seguir el ejemplo de los bravos salmones, si es que la institución que tiene esos valores en su programa quiere ser fiel a sí misma. Si ocurre que el marco social ha derivado en unos contravalores, esta es una buena razón para no cejar en abrir los ojos de los educandos. Como todo proceso educativo, esta tarea debe acometerse con respeto y mesura, con paciencia, pero sin tomar ejemplo de los salmonetes: navegar a favor de la corriente, dejarse llevar por ella, solo conduce a la confusión, y, a veces, al descrédito y a la burla de aquellos a quienes nos queremos asemejar para no ser distintos a la mayoría. Esta actitud condescendiente suele proceder de un falso concepto de la tolerancia, que deriva en el relativismo y en la renuncia a lo que es propio.

Muchos ejemplos pueden estar en la mente de todos; se nos ocurre el caso de los colegios de impronta religiosa que hacen omisión de sus valores para conseguir más clientela o más subvenciones…, cuando, en realidad, son aquellos que son fieles a sus principios los que logran una mejor formación de sus educandos, con personalidades fuertes y capaces de llevar la contraria, con razones fundadas, a esa inmensa mayoría. Uno de los objetivos básicos de la educación ⎼sin descuidar otros⎼ es la formación de minorías pensantes…

Si uno, como educador, considera que la ideología LGTB, el feminismo radical, el ecologismo dogmático y pseudocientífico, el animalismo, el transhumanismo… derivan en planteamientos que rozan o entran en lo aberrante, no puede quedarse de brazos cruzados y dejar de acometer, por mucho que cueste en el entorno, la misión de oponer su disenso al consenso de la masa social.

Si uno entiende que España es irrevocable, que la justicia y la libertad deben ser defendidas contra viento y marea, que la convivencia solo puede sostenerse bajo la idea del servicio, que la historia no debe ser manipulada…, desde su aula real o virtual no puede contemporizar con situaciones y posturas que contradicen esos valores. Aunque molesten las posturas valientes y no estén de moda, a la larga, aquel educando agradecerá la sinceridad del educador.