«España nos espera»

Estos de la izquierda ultraizquierda y ultraizquierda izquierda no andan muy ahormados, más bien se tiran a la cabeza los pocos trastos que tienen, pues todos quieren ser cabeza de lo que salga...


​​Publicado en la revista El mentidero de la Villa de Madrid núm. 767 (30/JUN/2023), continuadora de Desde la Puerta del Sol. Ver portada El Mentidero en La Razón de la Proa (LRP) Recibir el boletín de LRP.​

«España nos espera»

Eso, que suelta en sus mítines Yolanda Díaz, solo se puede esperar de una persona engreída, petulante, vanidosa y, hasta si se quiere, fanfarrona como diríamos de cualquiera que en la calle adoptara posturas con intención de considerarse más que nadie. ¿A quién espera España? Yo lo situaría en sentido contrario e iría dando de baja a todos los mequetrefes, de ambos sexos, que por ella andan destrozando todo el haber con el que contábamos de forma parecida a como lo hacen los okupas que, en lugar de beneficiarse de cómo están los lugares donde entran, lo convierten en un estercolero en el mejor de los casos.

Lo cierto es que, últimamente, resulta complicado hacer un comentario sobre temas de los que nos brindan los pájaros que conforman el Gobierno dado que surgen a puñados y, al tener que ir saltando parte de los días de la semana, por una aparición no diaria por nuestra parte, se nos amontonan los aconteceres y resulta difícil comentar todo lo que, por tentador, nos gustaría. Lo que sucede en estas jornadas, aunque se traten ampliamente en los mentideros repartidos por toda la Villa, no nos resulta posible a nosotros trasladarlo al común de los españoles.

Entre los temas que nos apetecería hablar tenemos el tejemaneje que se ha montado con la escapada de Ferrovial a los Países Bajos –olvidando que ya han hecho otro tanto 30 firmas que no veían con buenos ojos el comportamiento del Gobierno de España en este sector de la economía–, cosa que debía percibir la propia ministra de Economía, Nadie Calviño, al tener su esposo domiciliados sus negocios por aquellas tierras, negocios que se lucran con las adjudicaciones del gobierno español. Otro tema tentador es, sin duda, la golfería de Tito Berni y su amplio grupo de amigos que, a pesar lo que nos cuentan, siguen piruleando por el entramado español, y me huelo que haciendo los mismos trampantojos que conformaban su quehacer diario hasta que dieron el salto del tigre al respecto.

Por otro lado se nos abren desmesuradamente los ojos al leer las estadísticas que publica la prensa de producirse una inscripción en la Seguridad Social de nuevos individuos en cantidades cuasi asombrosas en tanto en cuanto el Gobierno aflora un pago oculto a 443.078 trabajadores, de lo que se enfada mucho Pedro Sánchez, pues no admite le destapen las trampas de lo que es un revuelto de los suyos; al tiempo de insistir en calificar a Del Pino de poco patriota lanzando la soflama de que «me veo mucho tiempo como presidente» para reanimar a los entristecidos españoles que, por otro lado, imaginan va a durar poco como tal, aunque él, Pedro, lo complemente desde Helsinki –pues, como sabemos, él está en todas partes– de forma taxativa con una frase lapidaria: «que la patria no es solo hacer patrimonio, es ser solidario, arrimar el hombro y ayudar cuando su país te necesita», lo que nos produce un lloriqueo patético, máximo cuando lo complementa al asegurar la «valentía» de los socialistas por «anteponer el bienestar y el progreso de España a cualquier otro cálculo político»; reivindicando, al mismo tiempo, el patriotismo europeo «basado en los principios de la socialdemocracia, la solidaridad y la igualdad», porque «solo hay una amenaza para Europa, la ultraderecha y la derecha que abren las puertas a sus postulados», lo que ya nos hace tirarnos por el suelo y patear como imberbes muchachos que quieren lo que papá y mamá no consideran prudente darles.

Por eso, por la solidaridad y la igualdad, mete caña a los alemanes en contra de consumir el fresón de los cultivos próximos a Doñana, pues no le sentó bien el avance del PP en el reciente plebiscito, ni el deseo del gobierno de Andalucía de organizar la zona y aprovechó la ocasión de poner una zancadilla con corona de santidad; claro que, para despertarlo, ahí tiene a Yolanda Díaz que reconoce el número que, aunque no están en las listas de parados, no curran, pues 268.402 cobran la prestación por desempleo y otros 174.676 no perciben un ochavo; al tiempo que ella trata de arrebañar una parte de los seguidores de Pedro o de quien sea para incorporarlos a su nueva creación, pues lo ha dicho, «quiere ser la primera presidenta de España», aunque un tanto escamados, no sabemos si se equivocó al querer decir la presidenta del Gobierno de España, o realmente pretende quitar el palacio al rey de España...; ella, la chica gallega, que con su sonrisa pretende ganar todo sufragio que se ponga por delante, con sus mañas se va apoderando de una buena parte de las bases que conforman la ultraizquierda de Podemos, partido en el que se baraja un revoltijo de intereses, tendencias e ideología, sin saber dónde están ni dónde ponerse, porque lo que realmente desean es vivir del cuento, sin dar golpe, disponiendo de no pocos favores.

Por otro lado ahí tenemos a las chicas del género y la igualdad que no saben dónde irán si pierden esa bicoca, si dejan de tener ministerio, si no encuentran a la puerta el coche con conductor, si no pueden pedir a Pedro el Falcon para ir a dar una vuelta por Nueva York que no conocían, si se encuentran con que ya nadie las quiere oír en el Parlamento, en los mítines, en sus proclamas a las mujeres desamparadas,... ¡Qué van a hacer en casa con sus churumbeles! Será tremendo. Porque si se apuntan con Yolanda apenas las dejará hablar y solo estarán, además de para cobrar todos los meses, para votar lo que las diga cuando se lo diga.

Más o menos, en un papel parecido debe andar Alberto Garzón, el ministro de Consumo, que se empeña en que los españoles no coman carne de res vacuna, aunque ello no fue óbice para que en su boda pudieran disfrutar los invitados de bogavante y solomillo; sin duda es un tipo incapaz de hacer algo importante, lo que le viene desde joven, pues en sus intentos de estudiar no hubo forma de concretarlo en qué iba a gastar su tiempo, lo que solucionó antes de cumplir los veinte año apuntándose a la fundación de Estudiantes por una Economía Crítica que recogió a todos los que, sin saber economía, se empeñaban en crear una nueva hipótesis al respecto, apoyada, como todos los que persiguen cosas parecidas, en los colectivos progresistas sin pajolera idea de qué buscan pues es difícil encontrar lo que no se sabe qué es..

Sin olvidar que por ahí anda un desafortunado individuo que intenta acomodarse en cualquier barraca sin conseguirlo, pues no logra pasar de segundón con proyecto de quedarse al margen de todo. Este chico es Errejón, que está en la creación de casi todo y cuando se quiere dar cuenta ya nadie hace caso de él. Incluso en la actual aventura de aproximarse a las elecciones del 23 de julio, los de Podemos exigen a Díaz excluirlo de las listas si quieren llegar con ellos al acuerdo de ir juntos, aunque, al cambiar de dirección, Errejón tiene reservado el cuarto puesto por Madrid.

Por más que no lo parezca, lo cierto es que estos de la izquierda ultraizquierda y ultraizquierda izquierda no andan muy ahormados, más bien se tiran a la cabeza los pocos trastos que tienen, pues todos quieren ser cabeza de lo que salga. Total, que por un lado Yolanda y su Sumar, con la aportación de Ada Colau, –la exalcaldesa de Barcelona que no ha sido aceptada para formar parte del nuevo grupo dirigente de tal Ayuntamiento– deja la ciudad echa una porqueriza según cuentan, con una parte de los hasta ahora progresistas; por otro lado juega con las chicas de Podemos sin saber con quién juntarse, aunque lo tiene claro con Pablo Iglesias e Irene Montero, que van de caída, el primero en una situación difícil al estar pidiendo le paguen el gasto que ha hecho en su televisión y que le reclaman a él como a cualquiera que se olvida de hacer frente a sus compromisos; sin olvidar al economista Garzón que no atina donde poner el huevo.

Ojo, que por otro lado tenemos a los separatistas. Los catalanes temen que el PP, junto con VOX –que se deben hermanar, pues aunque en algunas cosas tengan puntos de vista distintos, la trayectoria es muy semejante– les hagan la vida imposible y se quieren atrincherar porque, aparte lo sacado a Pedro Sánchez, lógicamente temen no conseguir nada más; es decir, perderán mucho de todos sus andares si no todo como debería ser. Y trotan buscando caras nuevas y quitándose de encima las que han dado el pecho hasta ahora como es el caso de Rufián, que unos quieren siga representando a ERC en el Parlamento y otros pretenden jubilarlo.

Situación parecida es la que reina por las provincias vascas, aunque en estas tierras las actitudes han sido mucho más broncas –por no definirlas de otra forma– y tienen pendiente el problema de los asesinos que han sido liberados por Pedro Sánchez y consentidos en todas sus demostraciones, cosa que, a su vez, deben cambiar radicalmente.

Sin que falten los casos que parecen de broma. Este es el de Macarena Olona quien sale a la palestra prácticamente en solitario y hasta piensa presentarse en diez provincias. Sin duda es un absurdo, salvo que su intención sea quitar votos a alguno de sus anteriores amigos.

Como se ve, dejamos a un lado hablar de los socialistas. Los socialistas de antes. Los socialistas que Sánchez dejó en la calle y solo los recordaba cuando quería convencer a una tropa que no era la suya. Entonces los llamaba. Y ellos seguían cantando canciones del socialismo pensando que, al final, Pedro Sánchez volvería en algún momento al redil. Pero al final se han dado cuenta de que es un espécimen que se ha metido en el partido escabrosamente con la exclusiva misión de valerse del socialismo para hacer su futuro. Y esos socialistas se han cansado. Han hablado y han escrito soltando todo lo que tenían dentro haciéndoles daño en las entrañas. Todavía no sabemos lo que harán, pero imaginamos que levantarán una bandera contra Pedro, como van soltando girones en la prensa.

Como empezábamos, no viene mal repetir que lo cierto es que esta cuadrilla, con sus programas progresistas, con la incorporación de todo este sancocho que anda repartido por el mundo con ánimos de cambiarlo, España ha perdido todo su señorío, su bien vivir, su pretensión de mejorar gracias al esfuerzo personal, su intención de incorporarse a todo lo mejor que se va descubriendo por el globo terráqueo, su cultura, su arte, enterrando su historia, desoyendo las necesidades de enseñanza que existe, confundiendo el sexo con el género, despreciando los valores de la mujer para convertirla en una mescolanza con amplia dosis de odio,... Y esa España moribunda, entre todos la hemos de reconstruir aportando toda la medicación que necesite y suprimiendo todo tipo de droga destructora.

Y todos tenemos que echar una mano a la renovación de la sociedad, junto con los partidos políticos que pueden estar a favor, respetando las diferencias que puedan existir entre ellos, e incluso con nosotros, tales como el PP y VOX.




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